Elizabeth Parsons Packard (1816 – 1897) fue una mujer creyente y devota, firme en sus creencias religiosas y en la libertad como mujer de mantenerlas, aunque fueran en contra de las de su marido clérigo. Tal como describe en Modern Persecution, en 1860 su marido la internó en un psiquiátrico, en Jacksonville, Illinois (ella siempre lo llamó prisión) por hacer “interpretaciones religiosas libres”. En aquella época, un marido tenía el derecho por ley de internar a su mujer en un psiquiátrico en contra de su voluntad y sin prueba ninguna de "enfermedad". No solo eso, la incomunicó con sus dos hijos y se quedó con todas sus pertenencias personales y su herencia.
El psiquiatra que dirigía el psiquiátrico, el doctor MacFarland, le privó de toda correspondencia, así como de cualquier lectura o medios para poder escribir. A pesar de ello, consiguió escribir en secreto un diario sobre su día a día encarcelada y sobre sus compañeras de encierro (a quienes dedicó sus cuidados), especialmente, sobre los abusos y violencias que sufrían y la privación de sus derechos. Como para muchos psiquiatras durante siglos, para el doctor MacFarland, quien actuó en todo momento como cómplice del marido de Packard, la “cura” de ésta se traducía en el sometimiento absoluto a su esposo y en su servidumbre en el manicomio.
Tras más de tres años encerrada, convenció a las autoridades del centro de que "no estaba loca" y fue puesta en libertad. Pero encerrada, más bien secuestrada, esta vez por su marido en los muros de su propia casa, corría el riesgo de ser de nuevo internada en otro centro psiquiátrico por su esposo. Antes de que ello ocurriera, Packard consiguió, a través de unos amigos, que un juez dictara una orden judicial de habeas corpus. Como consecuencia de ello, se realizó un juicio en 1864 donde un jurado compuesto solo por hombres sentenció que no existían pruebas de "demencia" alguna. No obstante, su marido consiguió privarle de todos sus ingresos y pertenencias, incluida su casa.
Sin recursos, la resistencia de Packard vino de la mano de sus conocimientos tras su experiencia de encierro y de su ira por las injusticias sobre las mujeres psiquiatrizadas. Escribió e imprimió dos volúmenes autobiográficos Modern Persecution or Insane Asylums Unveiled y The Liabilities of the Married Woman (1873). La venta de sus copias le permitió no solo sobrevivir sino luchar por los derechos de las personas psiquiatrizadas, particularmente las mujeres. Producto de ello, fue la redacción de varios proyectos de ley.
En 1865, la Asamble Legislativa de Illinois aprobó el “Proyecto de Ley de Libertad Personal de la Sra. Packard”.
Algunas referencias que mencionan a Elizabeth Packard:
Geller, Jeffrey & Harris, Maxine E. (1994). Women of the asylum: Voices from behind the walls, 1840–1945. New York: Anchor Books/Doubleday.
Chesler, Phyllis (2019). Mujeres y locura. Madrid: Continta me tienes.
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